¿Qué es la menopausia?
La menopausia es una etapa (no es una enfermedad) que marca la transición entre la edad reproductiva y la no reproductiva, viene determinada por el cese de la actividad de los ovarios y, por lo tanto, de la menstruación.
La media de edad es entre los 45-55 años y es una transición compleja. Para poder entender la menopausia es necesario saber cómo funcionan las hormonas sexuales.Durante nuestra etapa reproductiva somos seres cíclicos, tenemos un ciclo de 28 días aproximadamente que se divide en dos etapas de 14 días.
La primera se llama fase folicular, hay un aumento de estrógenos que permiten el crecimiento del endometrio hasta un tamaño óptimo para que se produzca la implantación. En los siguientes días se produce un aumente de las hormonas LH y FSH, estas estimulan al ovario para que se produzca la ovulación. En este momento empieza la segunda fase, fase lútea. Junto con el ovulo se expulsa el cuerpo lúteo, que es el principal generador de estrógenos, hormonas que preparan nuestro cuerpo para el embarazo. Si pasan los días y el ovulo no es fecundado se produce una mayor bajada de hormonas y el endometrio se desprende iniciando el sangrado.
Durante la perimenopausia estos ciclos hormonales empiezan a alterarse, pueden hacerse más cortos o más largas pero cada vez nuestro ovario va a ir generando menos cantidad de estrógenos y progesterona. Sin embargo, la hormona LH y FSH aumentaran porque son las que se encargan de estimular al ovario para que ovule y a este cada vez le costará más trabajo. La menopausia es un periodo de tiempo que engloba desde la última menstruación hasta 12 meses después. Tras esta etapa la producción de las hormonas sexuales será lineal y nunca más volverá a ser cíclica.
¿Qué puedo notar en mi suelo pélvico con estos cambios hormonales?
Los principales síntomas son:
- Sequedad.
- Quemazón y escozor vaginal.
- Dolor o molestias en las relaciones sexuales.
- Pérdida de la estimulación en el clítoris.
A este conjunto de síntomas se le denomina síndrome genitourinario que también engloba:
- Percepción del tacto alterada, por hiper o hiposensibilidad.
- Contracción de los labios mayores y capuchón del clítoris.
- Pérdida de restos de himen o reducción de la elasticidad.
- Acortamiento y estrechamiento vaginal.
- Pérdidas de arrugas vaginales.
- Debilitamiento del suelo pélvico.
- Tejidos vaginales inflamados.
- Alcalinización del ph porque cambia la microbiota vaginal y aumenta la probabilidad de infección por hongos.
- Prominencia o prolapso del meato uretral con adelgazamiento del epitelio uretral, más infecciones de orina e incontinencia.
- Disminuye la calidad del tejido conectivo y por lo tanto la calidad de los tejidos que sujetan los órganos pélvicos, mayor probabilidad de prolapso o descanso de víscera pélvica.
¿Cómo puede ayudarte la fisioterapia?
La fisioterapia puede ayudarte a que estos síntomas propios de la menopausia causen el menos impacto posible en tu calidad de vida. Cuando acudes a una consulta de fisioterapia de suelo pélvico inicialmente se realiza una valoración para saber si es necesario derivarla a otro profesional (médico de cabecera, urólogo, ginecólogo..) o es candidata para el tratamiento de fisioterapia.
El tratamiento se basa en la educación del paciente, modificaciones en el estilo de vida y sesiones en consulta. Los fisioterapeutas contamos con distintas herramientas como:
- Electroestimulación superficial o intracavitaria para mejorar la propiocepción de la zona y facilitar la activación muscular de la zona.
- Vibración: reduce el dolor e inflamación porque mejora la circulación y sensibilidad local.
- Ejercicios de suelo pélvico: son ejercicios que deben adaptarse a las cualidades, patologías o síntomas de cada paciente para poder sacar el máximo partido a la mejora de fuerza y control muscular.
- Estiramiento y movilidad pélvica, se consigue trabajar de forma conjunta la zona de suelo pélvico junto con caderas, zona abdominal, diafragma…
- Terapia manual: se consigue mejorar las condiciones del tejido, relajando aquellos puntos donde hay bandas tensas, aumentar la circulación local, eliminar miedos o zonas hiupersensibilizadas, mejorar la elasticidad.
